Los seres humanos somos seres sociales por naturaleza, de ahí nuestra necesidad de relacionarnos con los demás, pero no siempre somos capaces de hacerlo de manera efectiva y satisfactoria. Para ello disponemos de las habilidades sociales, el arte de expresar clara y concisamente tus deseos y necesidades a otra persona siendo al mismo tiempo respetuoso/as con su punto de vista. Estas habilidades se pueden aprender, potenciar y desarrollar.
Una de ellas es la asertividad. Se trata de expresar lo que uno/a siente, piensa, cree o necesita, desde el respeto, tanto hacia los demás como hacia uno/a mismo/a. Por ejemplo, gozar de una buena asertividad nos facilitará presentarnos en una fiesta, romper un silencio incómodo, “tomar la palabra” en una conversación, hablar en público, pedir información… entre otras muchas situaciones.
¿Qué hay que tener en cuenta para comunicarnos de manera asertiva?
Es importante considerar estos 5 aspectos:
- Tener claro qué queremos comunicar. ¿Cuál es el objetivo de lo que vamos a expresar? Por ejemplo, en un acto social el objetivo será disfrutar y “pasar un buen rato”, por lo que sería interesante preguntar por aficiones, temas de actualidad intrascendentes… y evitar temas que puedan resultar conflictivos
- Buscar el momento adecuado. Es conveniente asegurarnos de hacerlo en la situación y circunstancias apropiadas y que la otra persona esté tranquila y cómoda.
- Practicar la escucha activa. No se trata solo de oír, sino de interesarnos verdaderamente por el otro.
- Empatizar. Tratar de ponernos en el lugar de la persona que tenemos delante.
- Prestar atención a la comunicación no verbal. No solo es importante el contenido de lo que decimos, sino cómo lo decimos. Intentemos presentarnos antes de iniciar una conversación, mirar a los ojos, mostrar firmeza, modular el tono de voz y mostrar disponibilidad a reconocer otros puntos de vista.
¿De qué nos sirve tener un comportamiento más asertivo?
Practicar la asertividad nos permitirá disfrutar de una mayor sensación de satisfacción, tanto nosotros/as mismos/as como con los que nos rodean, sin sentimientos de ansiedad o culpabilidad. Nos sentiremos mejor por h
aber sido capaz de expresar las opiniones propias, lo cual además aumenta la probabilidad de que la otra persona respete esa posición. Tendremos más confianza en nosotro/as mismo/as y las relaciones con los demás serán más significativas y de mayor cercanía.
En definitiva, comunicarnos es una condición inherente al ser humano que nos permite relacionarnos y vivir en sociedad, pero hacerlo de manera adecuada no siempre es fácil. Trabajar en nuestras habilidades sociales nos permitirá expresar nuestros deseos y necesidades desde el respeto, evitando conflictos innecesarios y mejorando la calidad de la relación con nuestra familia, pareja, amigos/as o compañeros/as de trabajo.